HISTORIA
A principio de los años 40, José Benedicto Hernández Naranjo llegó, junto con sus padres y hermanos, al municipio de Girardot. Venían de la población del Socorro en Santander de donde él era oriundo. Sus padres, Alicia Naranjo y Benedicto Hernández Prado, eran también Santandereanos.
En aquella época sin vías de comunicación ese desplazamiento era equivalente a cambiar de país; las distancias eran inmensas. Poco a poco Benedicto empezó a traer los ganados que tenía en el Socorro y sus hijos, José Benedicto y Héctor, comenzaron a hacer arreos de ganado que llegaban desde El Socorro hasta Puente Nacional, en donde podían embarcar el ganado en tren. Una vez llegado el ganado a Bogotá, se trasbordaba a otro tren que lo conducía a Girardot.
Estas travesías estuvieron llenas de anécdotas. En una ocasión, estando en Bogotá, el ganado se escapó de los corrales, tuvieron que hacer vaquería en plena ciudad para subirlo nuevamente al tren. En otra ocasión se desfondó uno de los vagones, accidente que generó la pérdida del ganado que estaba siendo transportado. Sin embargo, a pesar de estas y muchas otras dificultades, nunca claudicaron en su empeño.
En aquél entonces en Girardot el ganado era criollo, el que los hermanos Hernández estaban llevando a este municipio era cebú. Pronto se empezó a ver la bondad de la raza causando como resultado que se popularizara por toda la región. José Benedicto, siempre tuvo la idea de tener ganado de muy buena calidad, por lo que apenas tuvo la oportunidad de empezar a criar sus ejemplares puso un especial énfasis en el mejoramiento.
A principios de los años 50 contrajo matrimonio con Edna María Reyes, quien también provenía de una familia criadora y cebadora de ganado en el Casanare. Entre los dos compraron a finales de los años 50 la Hacienda El Rodeo. Trabajaron con pocos recursos pero con mucha constancia y dedicación; se consagraron a hacer la hacienda y la ganadería que habían soñado.
La política de nuestro padre, era la de producir ganado que estuviera al alcance de la gente y de excelente calidad. De esta manera contribuyó muchísimo al mejoramiento de los hatos comerciales en el país. Importaba reproductores, manejaba su hacienda en forma organizada y técnica, cosa que en esa época era poco frecuente. Siempre vinculó a sus hijos en el negocio transmitiéndoles todo su conocimiento, lo cual permitió que hasta la fecha su legado esté vigente.
Hoy día la ganadería está dedicada a producir toros y novillas Brahman puras, provenientes de vientres muy fértiles y lecheros, lo cual se ha logrado gracias a una selección rigurosa y seria fundamentada en un manejo impecable de la información. Eso trae como consecuencia que se produzca cantidad y calidad, lo cual es un claro indicativo de las bondades que enunciamos anteriormente. Después de tantos años con momentos buenos y otros difíciles, estamos presentes llenos de energía y esperanza para contribuir con el engrandecimiento de nuestro país y de nuestra amada ganadería nacional.